Inteligencia financiera: La clave para una buena inversión

Siempre he apostado a la educación financiera como la principal arma con la que cuentan los inversionistas para tomar las mejores decisiones, ir más seguro, consolidar buenos negocios y aumentar la rentabilidad de aquello en lo que invierten.

Hoy en día es necesario contar con líderes, emprendedores y gerentes –solo por categorizarlos- que sean financieramente inteligentes, puesto que el conocimiento suele ser determinante en un mundo tan competitivo, en el que además todos quieren llevarse la mejor parte.

Es por esto que sugiero que quienes decidan dedicarse al mundo de las inversiones inmobiliarias, se ocupen en educarse en este rubro y un buen punto de partida sería entender el vocabulario financiero.

Así es, comprender todos los factores involucrados en inversiones inmobiliarias, entender el significado y manejarse en estos temas es vital para alcanzar el éxito. Para ello, la documentación de una buena fuente juega un papel trascendental.

El siguiente paso es entender de rentabilidades. Tomar la decisión correcta no debe ser basada solo en la teoría, sino por el contrario en el análisis, evaluación y asesoramiento oportuno con cifras en mano.

Entre mayor sea la preparación, mejores serán los resultados, pero muchas veces no se cuenta con el tiempo suficiente para hacerlo, por lo que dejar esto en manos de verdaderos expertos puede ser un factor a considerar.

En todo caso, ambas opciones traen consigo algunas ventajas que puedes conocer en este otro artículo: ¿Invertir por cuenta propia, o asesorarme por expertos en inversiones?

Otra característica de quienes poseen inteligencia financiera, es que son capaces de controlar sus emociones con el firme propósito de no verse afectados ante momentos de incertidumbre o ansiedad, en los que las más importantes decisiones pueden verse influidas.

En oportunidades, el miedo a perder es uno de los principales rivales a vencer en el mundo de las inversiones inmobiliarias, por lo que te ofrezco esta reflexión para que no sea este un motivo de tu estancamiento económico y laboral.

Por último, buscar mentores y asesores siempre será una muy buena elección. Los primeros nos permiten tener un panorama mucho más claro –y motivador- del camino a elegir, nos orientan al reconocimiento de aquello que de verdad nos mueve y nos impulsan a alcanzar nuestras metas. Por su parte, los asesores nos facilitan este camino, al aportarnos sus conocimientos y experiencia en un determinado tema, en este caso el relacionado con las inversiones inmobiliarias.